diumenge, 18 de maig del 2008

Don Quijote y Sancho Panza tienen una nueva aventura

Don Quijote y Sancho Panza tienen una nueva aventura
El más valeroso caballero andante que jamás ha habido y que jamás habrá, don Quijote de la Mancha, junto con su fiel escudero Sancho Panza se dirigen hacia el reino de Otim.
Hace ya muchas horas que están andando y Rocinante y el burro están cansados y sedientos. Cerca de donde estaban había un río. Allí descansaron y pasaron la noche. Rocinante y el burro pudieron descansar y don Quijote y Sancho durmieron como hacia mucho que no dormían.
Al amanecer se encontraron con qué no sabían hacía donde debían dirigirse. Y empezaron a andar sin rumbo. Por allí cerca hallaron un pastor con sus ovejas y le preguntaron qué camino debían seguir para ir al reino de Otim. El pastor les dijo que debían cruzar el río, que al otro lado se hallaba el reino que tanto buscaban.
Cuando don Quijote y Sancho Panza encontraron el río se dieron cuenta que era el mismo en el que Rocinante y el burro bebieron, el mismo en el que ellos estuvieron descansando.
El pastor les había dicho que era un río muy amplio y que era muy difícil cruzarlo, y además, que en el fondo de sus aguas se escondía un monstruo que mataba cualquiera que quisiera cruzar el río.
Como don Quijote era tan valeroso caballero andante decidió cruzarlo, muy a pesar de Sancho Panza, que había intentado quitarle esas ideas de la cabeza con amplios y razonados argumentos.
Cogieron una barca que por allí cerca estaba y cuando estaban a medio camino, las aguas empezaron a turbarse, algo emergía del fondo del río.
Ante los ojos de don Quijote, una bestia con un largo cuello y el cuerpo lleno de escamas, con unos cuernos enormes y unos ojos amarillos que se clavaban en los dos hombres que había en la barca, emergió cuando menos se lo esperaban. Sancho Panza no podía tener más miedo, y no paraba de repetir a don Quijote que todo aquello había sido una gran locura, la más grande hasta ahora. Don Quijote hizo caso omiso de las quejas de su escudero y cogió la espada, había decidido enfrentarse al monstruo marino. Sancho no podía creerse lo que don Quijote iba a hacer.
Cuando el monstruo vio que uno de esos hombres había decidió enfrentarse a él se enojó de tal manera que atacó de frente al caballero andante. La balsa en la que estaban nuestros protagonistas no soportó el golpe que, con los cuernos, les había dado el monstruo. Por lo que se partió en dos y don Quijote y su escudero salieron disparados. Cayeron al río, y el monstruo, con su cola, hizo que se levantaran olas de casi nueve metros. Los dos hombres fueron arrastrados por la corriente, sin saber a dónde iban.
Don Quijote se despertó en medio de un bosque, era increíble que después de aquello aún estuviera con vida. Miró a su alrededor pero no encontró a su fiel escudero y amigo Sancho Panza. Lo buscó por todos lados pero no lo halló. No sabía dónde se encontraba, no conocía ese lugar. De pronto apareció el pastor que les había advertido del monstruo que había en el río. Cuando el pastor vio a don Quijote no pudo evitar reírse y decirle que ya se lo había dicho.Sancho Panza, por su parte, se despertó en una playa. Se levantó y miró donde podía encontrarse, y reconoció el lugar al instante. A su espalda se encontraba el reino de Otim, el lugar que él y su amo habían estado buscando, sin embargo, no consiguió hallar a don Quijote.